Según la versión, de las autoridades y testigos del hecho, el subintendente Jose Alirio Sánchez de 35 años de edad y el patrullero
Gustavo David Bohorquéz de 22, fueron baleados cuando acudieron ante una llamada ciudadana por el hurto de una motocicleta Duke 200, de placas YBW 80F. Allí al requisar a los sospechosos, habrían sido impactados con arma de fuego en su cabeza, causando la muerte de los uniformados.
El comandante de la Policía metropolitana de Bogotá, brigadier general Carlos Fernando Triana, ofreció una recompensa de hasta $200 millones, por información que permita la captura de los autores del doble homicidio.
“Fueron asesinados dos policías de la estación de Policía de Bosa, adscritos a la Policía de Bogotá”, dijo el uniformado.
“Ofrecemos una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que nos permita la identificación, individualización, ubicación y captura de estos sujetos que ultimaron a nuestros policías”, añadió Triana.
La moto quedó en el lugar de los hechos, en el barrio La María de Soacha, en frontera con la localidad séptima de la ciudad de Bogotá.
Hasta que no cambie la legislación por crímenes contra la autoridad policial y fuerzas militares esto seguirá pasando. Desafortunadamente.