Gabriel Enrique González, el hombre que estremeció a Colombia con el crimen cometido en contra de su propio hijo, murió en las últimas horas en un hospital de Ibagué.
El sujeto de 50 años, que estaba preso por asesinar a su propio hijo luego de una discusión con su expareja, habría ingerido alrededor de 300 pastillas mientras se encontraba en su celda, en la cárcel de Picaleña.
"Se presenta una novedad con el privado de la libertad, quien al parecer intentó quitarse la vida ingiriendo un sinnúmero de medicamentos. Al observar esta novedad es remitido al área de sanidad del Coiba de Picaleña, estos lo envían al hospital Federico Lleras Acosta", explicó Alejandro Durán, presidente del sindicato de trabajadores del INPEC en el Tolima.
González estuvo las últimas horas de su vida en una unidad de cuidados intensivos donde sufrió un paro cardiorespiratorio y falleció. Este hombre, había sido condenado a 45 años de prisión por el homicidio de su hijo Gabriel Esteban de 4 años, en un hotel del municipio de Melgar.
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