
Foto: EMOL
El martes 6 de junio del 2021 se dio a conocer la denuncia de una joven quien afirmó que fue amenazada y humillada por miembros de la primera línea que se formó en la localidad de suba, con la coyuntura de las protestas sociales en la capital del país.
En la denuncia publicada, afirmó: “fui hostigada, amenazada y victimizada Nuevamente por la primera línea a cargo de un joven que llaman “Gato”. La presunta víctima dijo que una parte de sus compañeros la violentaron en el Humedal Tibabuyes: “Me sometieron a un denominado ‘castigo’ de hacerme meter a la laguna sin ropa, mientras me gritaban cosas degradantes, para posteriormente golpearme y embarrarme la ropa, vulnerando mi dignidad e integridad personal”.
También contó que una vez denunció todo. Integrantes de PL recurrieron a argumentaciones falsas de que había mantenido relaciones sexuales un día antes en la Universidad Pedagógica -el 30 de mayo del 2021-, “dando a entender que me merecía estos tratos crueles e inhumanos por ‘calenturienta’ ”.
“Siendo comentarios sexistas, misóginos y discriminatorios, que limitan el libre desarrollo de la personalidad, e imponen conductas y deber ser sobre las mujeres específicamente, a quienes nos atribuyen la “responsabilidad” principal”
Varias de las primeras líneas involucradas, se manifestaron rechazando estos actos violentos basadas en género en el territorio, en los espacios de construcción y de resistencia en el paro nacional, un par de días después la primera línea de suba se comunicó para acordar actividades en pro de la reparación de la joven; Sin embargo, se afirma que estos cuerdos fueron incumplidos en su totalidad.
la presunta víctima sostuvo que estos acuerdos fueron incumplidos pues nunca hubo una voluntad de identificar y expulsar a las personas involucradas, tampoco en rechazar estas acciones que deslegitiman los propósitos de la primera línea, ni en participar en las mesas de construcción del protocolo de la localidad, sino que por el contrario los pocos que asistieron dificultaron el espacio, se reían y exclamaban falacias como “feminazis”, denotando la ausencia de voluntad por desaprender actuaciones patriarcales.
“Además de todo, minimizan las colectivas feministas refiriéndose a que no tenemos ni voz, ni voto en los espacios. Generando una práctica de acallamiento colectivo y sistemático, ya que por el hecho de denunciar las violencias patriarcales asumen que queremos romper los espacios pero lo que buscamos es visibilizar, rechazar, acompañar y exigir que esto no siga ocurriendo, no estamos dispuestas a seguir guardando silencio”, argumentó la joven.
Aun la primera línea de suba no ha hablado, ni ha sacado un comunicado para dar su versión de los hechos.
Desde que iniciaron las protestas en Colombia, el 28 de abril de 2021, han sido varias las denuncias de mujeres que han asegurado que fueron abusadas sexualmente ya sea por las autoridades o por algunos hombres que se encontraban en las manifestaciones.
La Secretaría Distrital de la Mujer ha atendido a 29 mujeres por situaciones presentadas en el marco de las protestas. 25 de ellas, manifiestan que el presunto agresor fue un miembro de la Policía Nacional.
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