El hecho se presentó en la carrera 68 en Bogotá, cuando un médico que iba pasando en su vehículo sintió un estruendo, esto sucedió exactamente debajo del puente de la calle 80, lo que el conductor indica es que pensó que había sido víctima de alguna banda delincuencial, sin embargo lo que golpeó el vidrio de su auto fue una enorme roca que provenía del puente.
En ese momento este hombre acude a las autoridades para que atiendan la emergencia.
El arreglo del vidrio le cuesta alrededor de 2 millones de pesos, y aún no sabe quién le va a responder, “que no le pase a un motociclista, un pasajero o un conductor que vaya a gran velocidad” mencionó.
Finalmente hizo un llamado a las autoridades para que atendieran la emergencia del puente, pues pudo ser peor si no hubiera estado protegido por su vehículo.
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